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lunes, 30 de mayo de 2011

Fermat

     Pierre de Fermat murió en 1665. 
Hoy pensamos en él como un especialista en teoría de números; de hecho pensamos en él como tal vez el mejor que haya vivido. Por ello resulta sorprenderte descubrir que Fermat era de hecho abogado y solamente era un matemático aficionado. 

     Ya que Fermat se rehusó a publicar su trabajo, sus amigos temían que pronto sería olvidado a menos que hicieran algo al respecto.

     Su hijo Samuel se ocupó de recolectar las cartas de Fermat y otros artículos matemáticos, comentarios escritos en libros, etc. con el objetivo de publicar las ideas matemáticas de su padre. Fue de este modo que llegó a publicarse el famos 'Último Teorema'. Lo encontró Samuel escrito como una nota al margen en la copia de la Arithmetica de Diofanto que pertenecía a su padre.

El Último Teorema de Fermat afirma que
 

no tiene soluciones enteras para x, y y z cuando n < 2. 

     Fue entonces que Fermat escribió "he descubirto una demostración verdaderamente maravillosa, pero este margen es demasiado estrecho para contenerla". Por esto último era un misterio saber si era cierto o se equivocaba de forma que muchos matemáticos intentaron demostrarlo a lo largo del tiempo.

     Euler dió la demostración para n = 3    


     También una de las pocas mujeres matemáticas del siglo XVIII, sophie Germain probó que para todos los números primos n menores que 100, si existe una solución para el teorema de Fermat, alguno de los números x,y ó z tendría que ser un múltiplo de n .Este enunciado se conoce como teorema de Sophie Germain.

Para n = 5, n = 14, lo demostró Peter Gustav Lejeune - Dirichlet.

Lamé obtuvo la demostración para n = 7.

Finalmente el teorema de Fermat fue demostrado por Andrew Wiles, un matemático inglés que trabajaba en la universidad de Princenton en Estados Unidos.
 

Sophie Germain

     El mundo científico está plagado de nombres famosos: Boyle, Pascal, Newton o Pitágoras son sólo un ejemplo de un entorno donde predomina el sexo masculino, al menos en la fachada que ha pasado a la posteridad. Sin embargo, muchas grandes mujeres, a la sombra de estos genios, han realizado prodigios matemáticos o físicos.



     Sophie Germain, matemática francesa (1771-1831) es un claro ejemplo. Discípula de maestros como Joseph-Louis Legrand o Carl Friedich Gauss, con el que se mandaba cartas bajo pseudónimos, luego de dos años Gauss se entera que quien le manda cartas es una mujer y le expresa su admiración.

     Estudió el campo de la teoría de números descubriendo los denominados números primos de Sophie Germain. Estos son aquellos primos (p) tales que 2p+1 también es primo (por ejemplo, p=5 porque 11 es primo, pero no p=7 ya que 15 no lo es).